Controles de procesos en entornos industriales
Piense en todos los procesos que existen en un entorno industrial. La gran mayoría pueden automatizarse de muchas maneras para mejorar la productividad, la seguridad y la eficacia de las máquinas, los procesos y los operarios.
Todo ello se consigue mediante controles de procesos: un dispositivo que realiza una acción basándose en un tipo de medición (como temperatura, volumen o presión). Al supervisar continuamente un proceso, los controles de procesos pueden identificar anomalías, tomar medidas inmediatas para corregirlas y devolver el proceso a su estado normal.
Cómo han cambiado los controles de procesos
Históricamente, los controladores han sido dispositivos muy sencillos: un controlador de bucle que controla la temperatura, por ejemplo. Para ello, el controlador utiliza la realimentación de los sensores para identificar las desviaciones del punto de consigna y ajusta la salida en consecuencia hasta que desaparece la desviación.
Hoy en día, un control de procesos puede seguir siendo así de simple y sencillo. Un controlador on-off o una solución de una sola entrada/sola salida para una parte específica de un proceso es un buen ejemplo. En invierno, cuando usted ajusta el termostato de su casa a la temperatura del aire deseada, se suministra gas o gasóleo a la caldera para calentar el aire cuando la temperatura desciende por debajo de ese valor de consigna. Éste es un ejemplo real de un sencillo control de procesos cotidiano.
Pero la mayoría de las aplicaciones industriales requieren un nivel de control más dinámico. Hoy en día, algunos controladores de procesos son responsables de controlar miles de puntos de E/S y de tomar miles de decisiones basadas en esa información.
En estas complejas aplicaciones de control de procesos, por ejemplo, es posible que necesite integrar dispositivos de distintos proveedores en un único sistema para realizar aplicaciones de control de procesos más avanzadas y recopilar información de dispositivos que no es nativa de un sistema de control de procesos concreto.
Durante años, ProSoft se ha centrado en la creación de soluciones de control de procesos que permiten integrar en una arquitectura de control diversos dispositivos que no pueden realizar el trabajo de forma nativa por sí solos. Los dispositivos que funcionan con protocolos de comunicación tradicionales, como Modbus, son un buen ejemplo. Si no puede conectar ese instrumento a su sistema de control, no podrá recopilar ni utilizar datos de esa parte del proceso e integrarlos en su arquitectura general de control de procesos.
Procesos enteros funcionan con controles de procesos sin interrupción, como la gestión de aguas residuales y el refinado de petróleo y gas. Estos sistemas gestionan continuamente los procesos de flujo, salida y mezcla basándose en la información recogida de sensores y sistemas de supervisión.
Los controles de procesos actuales pueden integrar la tecnología inalámbrica para conectar dispositivos remotos. Tradicionalmente, los medios físicos tienen un alcance limitado (la longitud máxima del cable RS-485 es de 1.000 metros, mientras que la del cableado Ethernet es de 100 metros, por ejemplo). Pero una solución inalámbrica de control de procesos puede ampliar ese alcance a dispositivos remotos para ayudarle a tomar decisiones avanzadas de control de procesos y realizar una automatización más vanguardista.
El deseo de una mayor visibilidad de las aplicaciones de procesos también está cambiando los controles de procesos. Mejoras como el acceso remoto seguro pueden ayudarle a acceder a los datos desde cualquier lugar para ajustar los procesos en consecuencia.
ProSoft puede ayudarle a conectar dispositivos dispares, implantar controles de procesos, simplificar la conexión en red entre equipos remotos, maximizar la vida útil de sus activos existentes y capturar datos operativos de forma fiable.